Tenso paranoico

Y en el momento que empiezas a pensar claramente el puto mundo se complota y se enferma, acompañada de una ovación generalizada de la multitud. Las ambulancias vuelven a discutir y amenazan con separarse de nuevo.
Y vuelve la rutina a borrarte la memoria.
En éste espacio genómico y cerrado, para nada asfixiante; un femenino permanentemente hipocondríaco, permanentemente ansioso; una ciudad hostil; paranoico y priápico. Con estos ingredientes se construye, capa a capa, la cebolla del paciente que visitó hoy mi lugar de trabajo.
- ¿En qué lo puedo ayudar? - Le pregunté
- Atiéndelos a ellos primero - Dijo. Señalando a un grupo de dos pacientes que habían llegado al Centro de Investigaciones Biomédicas mucho después que él.
Lo que logré captar en el momento, fue su deseo de quedar a solas conmigo, tal vez su petitorio de exámenes era algo parecido a la teoría del big bang: agresivamente expansivo y violento.
A éste paciente lo llamaré: "Tenso".
A éste paciente lo llamaré: "Tenso".
"MIENTRAS MÁS LEJOS ESTÁ UNA GALAXIA, MÁS RÁPIDO SE ALEJA".
Desconozco totalmente las coyunturas o amenazas por las que pueda estar concurriendo Tenso. Pero, esto no me quita mis irreverentes ganas de hablar paja, para decirlo de una manera políticamente correcta. Porque si te colocas a definirlo con precisión le terminarás sacando el cuero a tal punto que los oídos le zumbarían hasta el suicidio.
Convertirá las patologías mentales del hombre (paranoia y satiriasis) en lo que Da Bon denomina "codicia fecundadora", una huida hacia delante para un personaje cuyo destino es claramente nefasto.
El mundo en el que habita es apocalíptico, plagado de enfemedad, dolor, obsesión; la amenaza es permanente, la salida no es posible. Su ansia autodestructiva arrastra a su pareja y tiene en el sexo turbio un escape que es, al tiempo, una forma de diseminar su enfermedad, de contagiar el presente de su propia desesperanza.
Su "codicia fecundadora" será la prolongación del castigo para ambos: "mientras tanto, en su interior, brotando de su minúsculo corazón ácido, la cebolla comenzaba ya a formarse, le rebanaba el útero con sus membranas carnosas, suculentas".
Mi descontento para esa personalidad. Para esa actitud.
Intento jugar a la tolerancia.
Por eso, vengo a desahogarme aquí.
Convertirá las patologías mentales del hombre (paranoia y satiriasis) en lo que Da Bon denomina "codicia fecundadora", una huida hacia delante para un personaje cuyo destino es claramente nefasto.
El mundo en el que habita es apocalíptico, plagado de enfemedad, dolor, obsesión; la amenaza es permanente, la salida no es posible. Su ansia autodestructiva arrastra a su pareja y tiene en el sexo turbio un escape que es, al tiempo, una forma de diseminar su enfermedad, de contagiar el presente de su propia desesperanza.
Su "codicia fecundadora" será la prolongación del castigo para ambos: "mientras tanto, en su interior, brotando de su minúsculo corazón ácido, la cebolla comenzaba ya a formarse, le rebanaba el útero con sus membranas carnosas, suculentas".
Mi descontento para esa personalidad. Para esa actitud.
Intento jugar a la tolerancia.
Por eso, vengo a desahogarme aquí.
2 comentarios
Supongo que detallas el día de hoy, ¿no?
ResponderEliminarSi. No sé quién dijo lo siguiente: "quizás todos los días no sean buenos, pero siempre hay algo bueno todos los días". Encaja muy bien.
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